Introducción
El shock cardiogénico es una emergencia médica en la que hay una perfusión inadecuada de órganos y tejidos. Tiene una mortalidad de hasta el 40%, por lo que requiere de tratamiento inmediato.
El uso de dispositivos de soporte circulatorio y ventricular ha supuesto un cambio en el manejo de estos pacientes. Su implante de forma temprana está asociado con mejores tasas de supervivencia.
La membrana de oxigenación extracorpórea venoarterial (ECMO VA) y el Impella son dos tipos de asistencias que sirven como soporte al corazón en casos de shock cardiogénico refractario a medidas estándares de tratamiento. Ambas se utilizan desde hace unos años, aunque existe una tendencia actual de usarlas conjuntamente.
objetivos
El objetivo de este caso es presentar un plan de cuidados al paciente portador de ECMO e Impella
Descripción
Varón de 34 años que ingresó en la Unidad Coronaria en situación de shock cardiogénico por miocarditis fulminante. A pesar del soporte inotrópico y vasopresor precisó el implante de balón de contrapulsación intraaórtico en las primeras horas y finalmente se colocó dispositivo ECMO VA e IMPELLA CP.
Se realizó una valoración a través del modelo de las 14 necesidades de Virginia Henderson donde destacaron varios diagnósticos enfermeros principales (NANDA):
- Disminución del gasto cardiaco R/C alteración en la precarga, postcarga o contractilidad del corazón.
- Perfusión tisular periférica ineficaz, R/C alteración de las características de la piel, disminución de los pulsos periféricos.
- Riesgo del deterioro de la integridad cutánea r/c inmovilidad.
- Riesgo de sangrados r/c administración continua de heparina.
- Riesgo de infección r/c procedimiento terapéutico invasivo.
Para cada diagnóstico se identificaron resultados esperados (NOC) e intervenciones (NIC). Teniendo en cuenta también las principales complicaciones potenciales entre ellas el riesgo de fallo multiorgánico.
Reflexión
Las asistencias de soporte cardiaco como la ECMO VA y el Impella son cada vez más habituales en el manejo de pacientes con enfermedades cardiovasculares. El uso de ambas, de forma simultánea, mejora la perfusión de órganos diana y disminuye la mortalidad, si se implantan de forma precoz.
Las enfermeras desempeñan un papel fundamental en el cuidado de estos pacientes previniendo y manejando posibles complicaciones; por lo que es imprescindible que lleven a cabo una formación específica y continuada.