Introducción
La miocardiopatía dilatada con disfunción severa biventricular es una combinación de dilatación y disfunción sistólica de ambos ventrículos. Puede llegar hasta el 50% de mortalidad por insuficiencia cardiaca y arritmias a los 2 años después de efectuado el diagnóstico.
objetivos
El objetivo desde nuestra consulta de enfermería de IC es establecer, junto con la unidad de rehabilitación cardiaca, un plan de cuidados individualizado para resolver las necesidades identificadas y detectar signos y síntomas de alarma de descompensación.
Descripción
Mujer de 42 años, no HTA( refiere cifras elevadas de forma ocasional asociadas a ansiedad), no DL, no DB (diabetes gestacional con necesidad de insulina). Exfumadora de 4-6 cigarrillos/día durante 10 años. Hipotiroidismo. Depresión. Parto eutócico hace 6 meses. Acude a urgencias por disnea y tos. Ingresó con diagnóstico de IC con disfunción ventricular severa biventricular y miocardiopatía dilatada (FEVI 12-15%) y trombo en ápex ventricular. Al alta se remite a la unidad de trasplantes de su hospital de referencia y a nuestra consulta de enfermería de IC. Tras optimización de tratamiento farmacológico con cuádruple terapia de la IC con FEVI reducida , evoluciona favorablemente sin datos congestivos y con mejoría de la FEVI a 35%. Se realiza ergoespirometría para su inclusión en el programa de rehabilitación cardiaca.
Planificación
Realizamos un plan de cuidados individualizados según el modelo de Virginia Henderson usando la taxonomía NANDA NIC NOC. Desde el inicio todas las intervenciones han sido dirigidas hacia el riesgo de desequilibrio de volúmen de líquidos (00025), disminución del gasto cardiaco (00029) así como la ansiedad (00146). Además se incide en la prevención de riesgos potenciales y complicaciones asociadas al proceso y mejora de conocimientos.
Reflexión
Este caso supuso todo un reto, por la edad de la paciente y su reciente maternidad, pero sobretodo por la coordinación entre dos equipos: la consulta de enfermería de IC y rehabilitación cardiaca. El plan de cuidados ha permitido garantizar la calidad de los cuidados enfermeros y optimizar la situación de la paciente. La evolución clínica nos obliga a reevaluar los planes de cuidados y a un replanteamiento contínuo de las necesidades del mismo. Constatándose la importancia de la comunicación y la estrecha colaboración que debe haber entre los dos equipos.