Introducción
El intervencionismo percutáneo valvular (IPV) se ha consolidado como una opción terapéutica para pacientes con valvulopatías. El estado funcional y la calidad de vida previa al procedimiento son determinantes en los resultados clínicos. La prehabilitación podría optimizar ambos parámetros, mejorando la recuperación y el pronóstico postintervención.
objetivos
Evaluar los cambios funcionales y en calidad de vida de los pacientes sometidos a IPV que han realizado además un programa estructurado de prehabilitación previo al procedimiento.
Métodos
Estudio observacional prospectivo. Se incluyeron 118 pacientes, cuya media de edad fue 80 años; 54% mujeres, que realizaron el programa de prehabilitación y posterior intervención, entre diciembre 2023 y marzo 2025. Se recogieron variables sociodemográficas, clínicas y funcionales: fuerza de presión manual (dinamometría), independencia funcional (índice de Barthel), cribado nutricional (test Mini Nutritional Assesment), calidad de vida (Kansas City Cardiomyopathy Questionnaire-12, KCCQ-12), escala Essential Frailty Toolset (EFT); hemoglobina y albúmina sérica. Previo tratamiento percutáneo, se realizó una intervención enfermera de educación para la salud, incluyendo instrucciones y recomendaciones para la optimización del paciente de cara al procedimiento, con directrices para el acondicionamiento físico, optimización de parámetros nutricionales y pautas de apoyo emocional. Se realizó un seguimiento postintervención con revisiones a los siete y treinta días del procedimiento y entre los cinco – nueve meses posteriores.
resultados
Se observaron mejoras estadísticamente significativas en la calidad de vida medida por el cuestionario KCCQ12 tras la intervención (p < 0.001). La puntuación nutricional mostró una tendencia a la mejora (p = 0.057). La prueba de asociación categórica reflejó diferencias significativas en la distribución de la fuerza muscular pre y postintervención. No se identificaron diferencias significativas en el índice de Barthel.
conclusiones
Un programa estructurado de prehabilitación previo al IPV mejora parámetros funcionales clave, e impacta positivamente en la calidad de vida percibida. Estos resultados apoyan la incorporación sistemática de estrategias de optimización funcional y emocional en el manejo de pacientes candidatos a intervencionismo valvular percutáneo.