Introducción
El implante de DAI en pacientes con cardiopatía isquémica y disfunción ventricular severa previene la muerte súbita. Comorbilidades como obesidad, EPOC y TEP crónico aumentan la complejidad y el riesgo de complicaciones postoperatorias, como dehiscencia de herida. El manejo enfermero integral es vital para minimizar riesgos y optimizar la recuperación. Este trabajo analiza el abordaje enfermero en un caso de implante de DAI con dehiscencia, destacando la planificación de cuidados y la evaluación de resultados.
Descripción
Mujer de 66 años con múltiples comorbilidades (HTA, DL, DM2, EPOC, SAHS, obesidad grado IV, isquemia crónica MMII, TEP crónico, IC) e infarto agudo de miocardio reciente con revascularización. Ingresa para implante de DAI en prevención primaria. Un primer intento por vía subclavia izquierda se suspende por dificultad en el avance de la guía. Al mes, se realiza implante por vía subclavia derecha sin incidencias, con cierre de piel con grapas. A los 7 días postimplante se evidencia dehiscencia central de la herida, tratándose con terapia de presión negativa (TPN) a -125 mmHg durante 5 días, con resultado de cicatrización completa sin signos de infección ni hematoma.
Planificación
Basándonos en el modelo de las 14 necesidades de Virginia Henderson, identificamos como prioritario el riesgo de infección (NANDA: 00004) secundario a la dehiscencia de la herida quirúrgica. Los indicadores de resultado priorizados (NOC) fueron "Curación de la herida por segunda intención" (0110) y "Ausencia de signos y síntomas de infección" (0703). Las intervenciones enfermeras (NIC) implementadas incluyeron la valoración exhaustiva de la herida, la aplicación y seguimiento de la TPN (3660: Cuidado de la herida por presión negativa), la educación al paciente sobre signos de infección y cuidados de la herida (5510: Educación para la salud), y la coordinación con el equipo médico para el seguimiento y ajuste del tratamiento.
Reflexión
La cicatrización exitosa de la dehiscencia con TPN, sin infección, sugiere la efectividad de las intervenciones. La identificación temprana del riesgo y la TPN fueron cruciales en este caso complejo, minimizando complicaciones y favoreciendo la recuperación. La monitorización y comunicación interdisciplinar son fundamentales en pacientes con múltiples comorbilidades sometidos a procedimientos invasivos.
herida dehiscencia
