Introducción
El implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) ha ampliado su indicación a pacientes de edad avanzada con estenosis aórtica (EA) severa. La consulta de enfermería dispone de información clínica y sociodemográfica potencialmente útil optimizar su manejo peri-procedimiento. Determinar la incidencia de complicaciones tras TAVI e identificar los factores asociados a dichas complicaciones.
Métodos
Estudio observacional retrospectivo que incluyó de manera consecutiva a pacientes diagnósticos de EA grave sometidos a TAVI entre 2016 y 2025 en un hospital terciario. Se revisaron las historias clínicas electrónicas para recopilar variables demográficas, clínicas y procedimentales, así como la aparición de complicaciones al alta y durante el seguimiento, además de la mortalidad. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS v.29 ®.
resultados
Se incluyeron 798 pacientes, el 55,1% (n=440) fueron mujeres, con una edad mediana de 82,7 años [RIC: 79,3-85,8]. Las complicaciones al alta más frecuentes fueron bloqueo AV (12,2%, n=97), trastornos de conducción (4,3%, n=34) y sangrado (3,8%, n=30). Una NYHA avanzada se relacionó con mayor riesgo de complicaciones renales (p<0,001) y sangrado (p=0,009) y la diálisis incremento el sangrado (p=0,047). Durante el seguimiento (mediana 444,5 días [RIC: 255,5-717,5]), el 11,3% de los pacientes presentó alguna complicación, principalmente insuficiencia cardíaca (5,1%, n=41) y sangrado (2,9%, n=23). Los factores asociados con complicaciones durante el seguimiento incluyeron: diálisis para insuficiencia cardíaca (p=0,015) y ritmo cardíaco no sinusal (p<0,001). El tipo de prótesis influyó tanto en las complicaciones al alta (bloqueo AV: p=0,001; trastornos de conducción: p<0,001) como durante el seguimiento (insuficiencia cardíaca: p<0,001; sangrado: p=0,004). La clase funcional NYHA mejoró significativamente al final del seguimiento, con el 51,3% (n=155) de los pacientes en clase I, comparado con el 4,0% (n=20) al inicio (datos disponibles en el 34,1% de la cohorte). La mortalidad al alta fue del 2,2% (n=12).
conclusiones
Estos hallazgos evidencian que una valoración de enfermería protocolizada es necesaria para detectar precozmente a los pacientes de alto riesgo, estratificar su riesgo pre-procedimiento, planificar medidas preventivas y asegurar un seguimiento estrecho en grupos de alto riesgo.