Introducción
La monitorización ambulatoria del electrocardiograma (Holter de 24 horas) es una herramienta fundamental para correlacionar síntomas como síncope, presíncope, mareos y palpitaciones con arritmias transitorias. El objetivo es desarrollar dos planes de cuidados: uno previo a la colocación del dispositivo Holter y otro durante su uso. Además, se pretende destacar el papel crucial de enfermería en la detección temprana de arritmias y eventos cardíacos en la consulta Holter.
Métodos
Descripción del caso: Mujer de 53 años, que ha manifestado cinco episodios sincopales, el último registrado en el Holter, donde se evidencia taquicardia ventricular no sostenida con elevación transitoria del segmento ST en derivaciones inferiores, seguida de fibrilación ventricular autolimitada. Refiere palpitaciones súbitas, opresión torácica y parestesias en miembros superiores sin relación con el esfuerzo. Se realiza coronariografía, que evidencia estenosis severa en la arteria coronaria derecha, tratada con éxito con stent farmacoactivo.
resultados
Planificación de cuidados: Se diseñan dos planes de cuidados basados en los patrones funcionales de Marjory Gordon y en la taxonomía NANDA, NOC, NIC. Se establecieron resultados (NOC) con indicadores evaluables y actividades de enfermería (NIC) para abordar estos problemas.
Previo a la monitorización, se priorizan diagnósticos relacionados con ansiedad y temor, estableciendo resultados que favorecen la adaptación emocional. Durante la monitorización, además, se enfoca en mantener la integridad cutánea.
conclusiones
Reflexión: La paciente, aunque presenta una actitud positiva, requiere apoyo emocional y educación para manejar la ansiedad, logrando discreta mejoría en la adaptación a su situación. El manejo y funcionamiento del Holter ha sido óptimo.
La formación especializada de enfermería en monitorización Holter y en la interpretación de datos electrocardiográficos puede marcar la diferencia entre una intervención oportuna y una tragedia evitada. Es fundamental potenciar el rol de enfermería en la monitorización ambulatoria, ya que, con el entrenamiento adecuado, el personal de enfermería tiene la capacidad de realizar un triaje efectivo y de interpretar rápidamente los resultados, ayudando a reducir riesgos, optimizar recursos y promover la seguridad del paciente.