Introducción
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de mortalidad en mujeres, pero sigue siendo infradiagnosticada, infratratada y con menor acceso a rehabilitación en comparación con los hombres, lo que conlleva a un peor pronóstico y mayor mortalidad.
Ya conocemos factores de riesgo emergentes específicos para mujeres como hipertensión en el embarazo, menopausia precoz, depresión, o enfermedades autoinmunes, entre otros, pero no se consideran al mismo nivel que los factores de riesgo clásicos.
Diversas causas explican esta desigualdad: diferencias en el abordaje clínico por parte del personal sanitario, una menor presencia femenina en estudios, o la baja percepción de riesgo entre las propias mujeres, que perciben otras enfermedades como el cáncer de mama, como más amenazantes.
Solo el 8% de las mujeres identifica la ECV como un riesgo para su salud.
El riesgo cardiovascular aumenta en la menopausia por la disminución de estrógenos, que provoca diferentes efectos en la salud femenina, aumentando el riesgo de padecer ECV, otro aspecto importante y específico a tener en cuenta.
Métodos
En respuesta a esta situación, surgió la iniciativa de realizar charlas divulgativas fuera del ámbito hospitalario. Una paciente del programa de rehabilitación cardíaca miembro de una asociación de mujeres propuso charlas dirigidas exclusivamente a mujeres, para abordar los factores de riesgo cardiovasculares (FRCV) específicos en este grupo.
Ya se han realizado tres, organizadas por asociaciones de mujeres en centros municipales, con una participación media de 25 mujeres. Se han abordado datos como el mayor impacto del tabaquismo en mujeres (tres veces superior al de los hombres) o el retraso en acudir a urgencias ante síntomas (las mujeres tardan casi 4 horas - 90 minutos los hombres). Estas actividades se desarrollan en euskera, dada la mayoría euskaldun de la población local.
resultados
La participación e interés mostrados animan a pensar que el objetivo de aumentar la conciencia sobre FRCV en las mujeres, es factible.
conclusiones
La prevención, apoyada en la educación sanitaria y en la promoción de hábitos saludables desde espacios cercanos a la comunidad, es clave. Dado que los estilos de vida son los más influyentes en la salud, es esencial realizar su difusión desde todos los ámbitos, no solo el sanitario. Educar y concienciar a más mujeres, siendo ellas las protagonistas ayuda a conseguirlo.
Educación con mujeres
