Introducción
La Insuficiencia cardíaca (IC) supone un alto número de ingresos hospitalarios, alta mortalidad y deterioro de la calidad de vida de los pacientes y cuidadores.
Sabemos que la optimización de fármacos en pacientes con IC y Fracción de eyección de ventrículo izquierdo (FEVI) reducida, reduce la mortalidad y hospitalizaciones por IC. Las guías de práctica clínica (GPC) recomiendan alcanzar la dosis objetivo o máxima tolerada.
El objetivo es implementar un protocolo estructurado para la titulación de fármacos en estos pacientes.
Métodos
Se ha elaborado un protocolo estructurado para la implementación de la titulación de fármacos realizada por la enfermera de la consulta de IC. Este se debe realizar en un periodo de 4 meses y está elaborado por cardiólogos y basado en las recomendaciones de las GPC de Cardiología. Se incorpora un formulario de seguridad para control de la dosificación y así evitar eventos adversos. Se describen las pautas establecidas que debe seguir la enfermera que titula con unos límites establecidos incorporando la posibilidad de consultar con el cardiólogo si se presentan situaciones clínicas no contempladas
resultados
Las intervenciones prioritarias serán: la identificación de los pacientes con IC y FEVI reducida en la consulta de enfermería de IC y proponerles la posibilidad de formar parte del programa de titulación de fármacos.
Uno de los indicadores que utilizaremos será el nº de pacientes con IC y FEVI reducida citados en consulta de enfermería presencial/ por el nº de pacientes titulados.
conclusiones
Las consultas de IC tienen un amplio margen de mejora, no existen tantas consultas de IC para atender adecuadamente a todos los pacientes.
La titulación de fármacos liderada por la enfermera de la Unidad de IC implica la adopción de un papel más activo asumiendo competencias y responsabilidades que antes no tenía; ajustando de manera progresiva las dosis de los medicamentos suministrados de acuerdo a las necesidades del paciente, utilizando el algoritmo de titulación prescrito, además de supervisar un control clínico estrecho y riguroso a través de la evaluación de la sintomatología, de parámetros analíticos y/o electrocardiográficos para evaluar su estado general de salud y detectar precozmente posibles descompensaciones que se puedan producir.