Introducción
La insuficiencia cardíaca crónica es una de las enfermedades cardiovasculares más prevalentes a nivel mundial. Según la OMS, es la principal causa de muerte en todo el mundo.
Existen múltiples estudios que señalan la importancia de un plan estructurado de educación y seguimiento de este tipo de pacientes
Métodos
El objetivo es desarrollar un protocolo para el seguimiento telefónico de pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, con el propósito de optimizar los recursos disponibles y mejorar la calidad de vida de los pacientes, teniendo una escala que clasifique objetivamente dicho seguimiento.
Consta de una primera consulta presencial en la que se hace una valoración para revisar la situación actual, síntomas, tratamiento y factores de riesgo cardíacos junto con educación sanitaria (incluye el manejo de medicamentos, actividad física, control de peso y monitorización de síntomas).
Tras esto, se le clasifica teniendo en cuenta parámetros como la FEVI, ingresos previos, clase funcional, presencia de estimulación cardiaca y toma de diuréticos. Se establece una puntuación para cada ítem (ver tabla) de tal forma que los pacientes más graves tendrán una puntuación mayor y por tanto la frecuencia de llamada será mayor y los menos graves tendrán una puntuación menor, con una frecuencia de llamada menor.
Clasificación de las llamadas según puntuación: 0-7 puntos: cada 2 meses, 8-13 puntos: una vez al mes, 13-20 puntos: una vez cada 15 días, 20-27 puntos: una vez por semana, mayor de 27 puntos: 2 días.
En cada llamada, se evalúan los elementos de la imagen, ajustando el tratamiento según necesidad y se determina la duración del seguimiento según la puntuación alcanzada
resultados
Tras clasificar a los pacientes y establecer un plan de llamadas, se estructuran las llamadas con ítems que se deben evaluar siempre: peso, edemas, disnea, perímetro abdominal (imagen)
Al estructurar las llamadas de esta forma, se obtiene: 1) Aprovechar mejor los recursos ya que en poco tiempo tienes una visión completa del estado de salud del paciente. 2) Control de la pauta diurética sin tener que acudir a un centro médico. 3) Disminuir las visitas a urgencias y los ingresos
conclusiones
Este protocolo podría implantarse como una herramienta óptima en la mejora en la gestión del tiempo de los profesionales de enfermería, que disminuya los ingresos de los pacientes, mayor adherencia al tratamiento y control de síntomas