Introducción
La seguridad del paciente es un componente de calidad esencial, que ha adquirido gran importancia para reducir a un mínimo los riesgos y proporcionar una atención efectiva.
Uno de los procedimientos más utilizados en la práctica enfermera es la inserción de catéteres venosos periféricos. Se ha demostrado que una correcta higiene de manos contribuye a la prevención y control de las infecciones asociadas a su manejo, reduciendo el riesgo de complicaciones potencialmente evitables. Durante la asistencia sanitaria se pueden producir daños derivados de las técnicas realizadas. Estos producen complicaciones que aumentan el tiempo de ingreso y el gasto sanitario, ocasionando cambios en el estado de salud inicial del paciente a nivel global, biopsicosocial.
objetivos
- Aumentar la seguridad del paciente
- Mejorar los cuidados en la inserción, uso y mantenimiento de los catéteres venosos para evitar las infecciones asociadas.
- Reevaluar la situación del paciente durante el ingreso, adaptando su plan de cuidados.
Descripción
Mujer de 74 años, con antecedentes de hipertensión, diabetes y litiasis renal. Autónoma para las actividades básicas de la vida diaria.
Ingresa en nuestra unidad por MINOCA con ecocardiograma sin valvulopatías, para completar estudio. Portadora de vía periférica (VVP) durante su ingreso, comienza de forma brusca con cefalea, inestabilidad motora, bajo nivel de conciencia, pérdida de control de esfínteres y fiebre de 39ª, diagnosticándose de ICTUS cardioembólico y flebitis en VVP. Con hemocultivos positivos se completa estudio objetivando endocarditis infecciosa, derivada de la flebitis, afectando a la válvula mitral y precisando su recambio.
Tras la cirugía regresa a nuestra unidad con un importante deterioro de la movilidad física y del estado anímico.
Planificación
La paciente fue reevaluada según las necesidades de Virginia Henderson y elaboramos un plan de cuidados con la taxonomía NANDA NIC, NOC.
Reflexión
Unos cuidados enfermeros exhaustivos y una correcta higiene de manos en la inserción y en el mantenimiento de las vías periféricas evitan complicaciones y aumentan la seguridad del paciente.
Es importante reevaluar al paciente ante cualquier cambio en su estado físico o psíquico, adaptando el plan de cuidados a la nueva situación y así poder proporcionar los mejores cuidados.