Introducción
El cateterismo cardiaco pediátrico al ser un procedimiento invasivo, no está exento de complicaciones. Las más frecuentes son las de tipo vascular. Nuestro objetivo es minimizar las complicaciones y garantizar la seguridad del paciente durante el procedimiento.
Descripción
Lactante de 3 meses al que se le realizó un cateterismo por recoartación aórtica. Tras realizar la angioplastia, al intentar retirar el introductor arterial, la enfermera objetiva su atrapamiento por lo que detiene el proceso y alerta al resto del equipo. Se administra suero salino por el puerto lateral del introductor mientras se procede a su retirada de manera coordinada entre el hemodinamista y la enfermera instrumentista, consiguiendo retirar el introductor sin complicaciones.
Planificación
Se siguió el modelo de Virginia Herdenson. Los diagnósticos de enfermería más relevantes están relacionados con el riesgo de sangrado por posible rotura de la arteria iliaca y con la alteración en la perfusión sanguínea en la pierna izquierda del bebé. NANDA 00206: Riesgo de sangrado. NANDA 00204: Perfusión tisular periférica ineficaz r/c interrupción del flujo arterial. Entre los indicadores de resultados destacamos: NOC 0401: Estado circulatorio. Mantener un correcto flujo sanguíneo unidireccional y con una presión adecuada, a través de los grandes vasos de los circuitos sistémico y pulmonar. NOC 0413: Severidad de la pérdida de sangre. Determinar la gravedad por la cantidad de sangrado por hemorragia externa o interna. NOC 0407: Perfusión tisular periférica. Presencia de pulsos palpables y normal coloración de las extremidades inferiores. Las intervenciones comprenden las actividades dirigidas para: NIC 4010: Prevención de la hemorragia. NIC: 4160 Control de hemorragias. NIC 4070: Precauciones circulatorias. NIC 6650: Vigilancia.
Reflexión
La valoración de enfermería al identificar el atrapamiento del introductor y detener su retirada fue clave para evitar una complicación grave como podría haber sido la rotura de la arteria iliaca, evitando de este modo la muerte del bebé por hemorragia masiva. El conocimiento de la técnica y mantener un nivel de alerta continuo, son aspectos fundamentales para conseguir minimizar las complicaciones, y de este modo, garantizar la seguridad de un paciente tan vulnerable como es el pediátrico.