Introducción
La terapia compresiva es uno de los tratamientos empleados en el manejo de la insuficiencia venosa crónica, así como en los pacientes con linfedema crónico disminuyendo los edemas y la sintomatología. Esta estrategia terapéutica no se realiza de forma rutinaria para el tratamiento de los edemas de los pacientes con Insuficiencia Cardiaca (IC).
objetivos
El objetivo consiste en determinar si la aplicación de esta terapia, con suficiente evidencia fisiopatológica, en pacientes con insuficiencia venosa, aporta algún tipo de ventaja en los pacientes con edemas crónicos en miembros inferiores (MMII) secundarios a la IC. Con el fin de identificar cuándo está indicada realizar compresión terapéutica, y el tipo de vendaje más adecuado para realizar esta técnica en los pacientes con IC.
Métodos
Revisión bibliográfica en las bases de datos de referencia Medline, Scopus, Cochrane Library, CINAHL y Dialnet. La búsqueda de documentación fue limitada a los últimos 5 años y a artículos escritos en idioma inglés y español, excluyendo a aquellos que no cumpliesen con estos criterios.
Evaluación
La IC no constituye en sí misma una contraindicación para realizar terapia compresiva; pero sí se debe tener precaución al aplicarla en situaciones agudas.
Mediante el vendaje de los MMII se aumenta la presión intersticial por encima de la hidrostática de los capilares forzando la entrada del líquido del espacio intersticial al intravascular, logrando una descongestión mayor que mediante el empleo único de diuréticos.
La terapia compresiva multicomponente en pacientes clase III y IV según la New York Heart Association (NYHA) conduce a un aumento significativo de la presión arterial derecha y conduce a un deterioro transitorio de las funciones ventriculares derecha e izquierda. En pacientes con clase funcional I y II, se recomienda iniciar la terapia compresiva con presiones bajas primero en una extremidad y; si es tolerada por y no produce clínica, se puede aumentar progresivamente hasta los 20 o 40 mmHg.
resultados
Los estudios demuestran que el sistema linfático está implicado en multitud de manifestaciones clínicas en la IC, destacando los edemas en MMII.
Existen diferentes tipos de terapias de compresión, siendo los multicomponente y monocomponente los más empleados debido a la facilidad de la aplicación y sus beneficios. Las presiones alcanzadas pueden llegar a los 20 y 40 mmHg.