Introducción
La donación de órganos es un proceso habitual en las unidades de Cuidados Intensivos Generales, no obstante, existen también donantes en las unidades Coronarias (UCO) y de Críticos Cardiológicos. El objetivo principal del estudio es analizar las donaciones realizadas entre 2017 y 2023 en una Unidad Coronaria de un centro de referencia para código Infarto y para parada cardio-respiratoria (PCR) recuperada de presumible causa cardíaca. Entre los objetivos secundarios se encuentran identificar las características del paciente donante, conocer el tipo de donación realizada e interpretar el papel de enfermería ante estas situaciones.
Métodos
Revisión retrospectiva de pacientes donantes en nuestra unidad entre 2017 y 2023 de los cuales se han registrado variables basales, días de ingreso, causa de PCR, tipo de donación y órganos donados.
resultados
En 15 pacientes se obtuvo consentimiento para donación de órganos, con una mediana de 3 pacientes/año (excepto 2021 sin donaciones en contexto COVID-19), lo que representa entre 15-20% del total de nuestro centro. La totalidad de la muestra correspondía a pacientes post-PCR con encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) severa y adecuación del esfuerzo terapéutico. La edad media de los donantes fue de 57 años y el 93,3% eran hombres. La causa de la PCR fue infarto agudo de miocardio (73,3%), vasoespasmo (6,6%), miocarditis (6%), miocardiopatía (6,66%) y Wolff-Parkinson-White (6,6%). Media de días de ingreso 10,2. El tipo de donación fue en un 86,6% por asistolia controlada y un 13,4% en situación de muerte encefálica. Los órganos obtenidos fueron 23 riñones y 3 hígados.
conclusiones
La UCO supone un porcentaje significativo de donantes respecto al total del centro. Puesto que los donantes son relativamente jóvenes y el motivo de ingreso que deriva al estado terminal puede ser de aparición brusca o desconocida tanto para el propio paciente como para su entorno, es importante hacer hincapié en el papel de enfermería en el proceso de acompañamiento y aceptación por parte de la familia, más allá del mantenimiento de las constantes del paciente y los cuidados peri-mortem. Consideramos de interés la formación en comunicación terapéutica para el mejor abordaje de estas situaciones y el conocimiento y uso de recursos disponibles en el centro.